A ti que me dejaste solo incluso cuando estabas en mi compañía.
A ti ya no te queda nada.
A ti te estoy hablando, a ti tan sordo y resignado.
A ti que duermes con tu orgullo y te dejas tocar con tu rencor barato.
A ti que te gusta ir de mártir repartiendo culpas que son solo tuyas.
A ti te estoy hablando; a ti porque no hay nadie más que entienda lo que digo.